Una fundación argentina de defensa de los derechos del animal lanzó un juego en Internet en el que la misión es matar señoras que visten tapados de piel. ¿Se puede generar conciencia a través de la violencia?
Un grupo de señoras paquetas pasean por el centro de la ciudad. Nadie sabe a ciencia cierta de donde vienen ni hacia donde van con sus peinados tirantes, sus collares de perlas y sus vistosos tapados de piel. Lo que si sabremos, mas tarde, es que cargan –li-teralmente- sobre su espalda varios crímenes sangrientos. Por eso, de repente, aparecen ellos, sus victimas, para cobrar venganza.
La misión es hacerles los mismos males que ellas propician. Los candidatos para cumplir con este propósito son tres animalitos: una foca, un zorro y un visón. Cualquiera de ellos, ayudado por un humano de carne y hueso (jugador), será el encargado de matar a las acicaladas señoras con métodos bien diversos: el zorro descargara sobre ellas una batería interminable de electrodos, la foca usara un garrote y el visón les inyectara narcóticos hasta hacerlas desaparecer.
Con esos mismos métodos son asesinados, en la vida real, ejemplares de esas tres especies con el propósito de despogarlos de sus pieles. Esas mismas pieles que las mujeres de los juegos- y otras personas de la vida real- lucen como símbolo inequívoco de estatus social.
Ojo por ojo
Cazadores de pieles, el juego en cuestión fue ideado por la Fundación Argentina para el Bienestar Animal (FABA) con el fin de crear conciencia entre los mas jóvenes acerca de los métodos sanguinarios para asesinar animales y hacerse de sus pieles.
Desde FABA explican que “la utilización de la violencia, tan común en este tipo de juegos, aquí cobra un sentido: para lograr un cambio, es necesario pasar de los mensajes a la experiencia, vivir el crimen en primera persona”.
Una vez cumplida la misión se abrirá una pantalla que invita al usuario a sumarse al boicot contra el uso de las pieles naturales. Es ese el momento en el que se explica, también, cuales son los métodos en el que estos animales son criados, cazados y asesinados.
Sin embargo, la apelación a la violencia (virtual) para generar conciencia resulta, al menos, inquietante. Romina Cherubini, responsable de logística y voluntariado de FABA, explica que “el juego no intenta iniciar a la violencia sino que representa lo que los humanos les hacemos a los animales solo por la satisfacción de ponernos su piel como abrigo”.
La intención de FABA es que con esta campaña “se comprenda el dolor innecesario que sufren los animales en su vida y al morir, solo para quitarles la piel”, y evitar, así, que el negocio de las pieles siga prosperando.
Información extraída de revista Rumbos edición 348
Federico R.
